Deporte y salud mental, un gran tema pendiente
Cuando Sara Sorribes decidió parar, la tenista valenciana de 28 años alegó que ni el cuerpo ni la cabeza le daban para más. Su caso vuelve a poner de relieve que el deporte y la salud mental es un tema pendiente.
Cuando el deporte se convierte en un riesgo para la salud
Nadie pone en duda los beneficios del deporte y lo importante que es el deporte para la salud mental y física de las personas. Pero ¿qué ocurre en los deportes de élite?
Casos notorios como los de Simone Bailes, cuya renuncia a participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 dio la vuelta al mundo, o el más reciente de la tenista española Sara Sorribes, que llegó a ser número 17 del mundo en el ranking de dobles, han vuelto a poner sobre la mesa la cuestión del deporte de élite y la salud mental de los deportistas.
A pesar de estos casos recientes, son relativamente pocos los deportistas que se atreven a hablar abiertamente del tema. La alta exigencia y la presión son los factores más mencionados entre deportistas de élite. Ello puede conducir a depresión y, en los casos más extremos, al suicidio.
Los especialistas señalan que las altas exigencias del deporte de élite pueden dejar secuelas para toda la vida y, por lo general, pocos deportistas que despuntan jóvenes en sus carreras están preparados para soportar la presión.
Bojan Krkić, el nuevo Messi
Bojan Krkić destacó muy pronto en el Barcelona. Llamado a ser una nueva estrella mundial del fútbol, con 17 años comenzó a sufrir ataques de ansiedad, como él mismo confesó.
La presión de un deporte tan exigente como el fútbol profesional y, sobre todo, el hecho de ser el foco de los medios que habían puesto muchas expectativas en su talento, pudieron con el chaval. Después de innumerables cesiones en equipos de todo el mundo, Bojan colgó las botas en 2023.
Bojan nunca recuperó el nivel que prometía a tan corta edad. Su nombre quedará eternamente asociado al de muchas estrellas jóvenes que no pudieron brillar.
No es solo una cuestión psíquica
Los trastornos mentales que pueden sufrir los deportistas no consisten únicamente en aquellos relacionados con el estrés, la depresión o la fatiga y el desgaste emocional. Golpes reiterados en la cabeza pueden llevar a un deterioro de las capacidades cognitivas.
El drama del jugador profesional de rugby Sébastien Chabal ha sido el último en tener gran repercusión. Chabal, de 47 años, leyenda de la selección francesa de rugby, confesaba en un podcast que no recordaba ni un minuto de su trayectoria profesional. Me siento un impostor, relataba tranquilo. Esa persona de la que todos hablan no soy yo.
Chabal afirma que nunca recuperará la memoria. Estudios científicos han demostrado que continuados golpes en la cabeza como los que se sufren en deportes como las artes marciales mixtas (MMA), el rugby o el fútbol, pueden provocar párkinson o aumentar el riesgo de padecer Alzheimer.
Deporte profesional y abuso
Gran parte de los problemas mentales que padecen los deportistas profesionales se originan en un sistema basado en el abuso psíquico y físico de las personas.
La máxima de los deportes de élite se puede resumir en la teoría de “the winner takes it all” que se traduce como el ganador se lo lleva todo.
Un sistema de competición en el que solo vale ganar permite a los mejores llegar a la cima a expensas de los perdedores. El deporte de élite se construye sobre la victoria. La tradicional máxima de lo importante es participar, ha quedado para los perdedores.
No han sido pocas las deportistas que han denunciado abusos, aunque sobre el tema se pasa de puntillas.
De nuevo, Bailes fue uno de los casos más sonados cuando en el Senado de los EE.UU. denunció al exmédico del equipo nacional, Larry Nassar, de abusos sexuales y a todo el sistema que lo permitió.
Además del abuso sexual denunciado por Bailes, el maltrato psicológico está a la orden del día. Deportistas han reportado constantes insultos que han conducido a depresión, crisis de ansiedad y trastornos alimentarios.
Un artículo de Amnistía Internacional resumía el problema de la siguiente manera: “detrás de cada medalla y récord, se esconden seres humanos que se enfrentan a batallas invisibles, a menudo mucho más desafiantes que cualquier competición.”