Jugar responsablemente – Diversión sin remordimiento
La participación general en los juegos de azar (apuestas deportivas incluidas) debe permanecer controlada y obedecer un carácter responsable, para ser catalogada como actividad de esparcimiento o entretenimiento, en lugar de representar un peligro para los usuarios. Por esta razón, todos los operadores con licencia se preocupan por garantizar la salud mental y económica de sus clientes, ya sea mediante el trabajo en conjunto con organizaciones de protección al jugador, instituciones para la prevención de adicciones o grupos de tratamiento y rehabilitación. El equipo de redacción detrás de ésta página apoya únicamente a los operadores que han demostrado genuino interés en prevenir la ludopatía y otorgan suficiente apoyo a los clientes que presentan síntomas negativos. La adicción al juego no debe ser tomada a la ligera, pues es un malestar psicológico que puede desencadenar otros problemas. Por esta razón, hemos procurado tratar los puntos más sobresalientes sobre el tema a lo largo de esta sección.
Reconocer los primeros indicios
Al igual que cualquier otra sustancia o actividad adictiva, no todas las personas son propensas a desarrollar una adicción. Las apuestas deportivas suelen generar una expectación al elevar los niveles de adrenalina en el cuerpo y cada vez que se gana una partida, pequeñas dosis de dopamina (una sustancia liberada tras experimentar situaciones de riesgo) son liberadas. El cerebro -concretamente la amígdala- le reconoce y asocia con placer. Si bien éste órgano cuenta con mecanismos propios para mantener controlado el proceso, agentes externos (drogas, experiencias, sexo, etc.) pueden romper el equilibrio. Mientras mayores sean las cantidades liberadas, mayores serán las subsecuentes requeridas para igual el mismo efecto. Este fenómeno exige al cerebro continuamente incrementar la dosis en un lapso cada vez más corto, hasta el punto que se pierde el control por completo. Es aquí cuando se habla de una adicción.
Reconocer una problemática de esta índole en sus primeros momentos es de suma importancia para evitar su propagación y combatirle eficazmente. Como en cualquier otra enfermedad, existen síntomas reconocibles, los cuales ayudan a identificarle tempranamente. La mayor adversidad reside en que, los afectados suelen negar tener problema alguno (incluso a sí mismos), por lo que brindar o pedir la ayuda necesaria resulta sumamente difícil. Los adictos tienden a jugar cada vez por cantidades mayores, para resarcir las pérdidas sufridas, y generan excusas o mentiras para justificar su conducta. Aquellos que comienzan a desarrollar una adicción, tienden a pasar menos tiempo con familiares, amigos o colegas y en contraparte, el tiempo destinado a jugar se incrementa. Suelen por ello, pensar continuamente en las partidas, estrategias y demás técnicas, que les ayudarán a ganar las siguientes apuestas. En una etapa más avanzada, llegan incluso a tener trastornos de sueño, alimentación y pérdida de la noción de la realidad. Por esta razón, en las etapas más avanzadas, los afectados suelen tener problemas en el trabajo, así como en las relaciones interpersonales. En casos extremos, llegan a pedir prestado dinero, obtener créditos e incluso robar, para conseguir recursos con que invertir en nuevas apuestas.
Obtener ayuda tras reconocer un problema
Lejos de confrontar al afectado, en caso de identificar cualquiera de los síntomas mencionados en algún colega, familiar o incluso en sí mismo, el primer paso reside en hablar con la persona en cuestión o en su caso, razonar la conducta propia experimentada en las últimas semanas. Al tener claras las consecuencias finales que una adicción al juego trae consigo, es posible estar alerta del desenlace que este tipo de conducta representa y con ello, estar consciente de la necesidad de reacción para evitar dicho fin. Por ningún motivo figuréis como actor consecuente, es decir, servir como coartada, excusa o encubrir mentiras. De igual forma, brindar ayuda no significa resolver apuros económicos, por lo que es imprescindible evitar prestar dinero o servir de aval de cualquier tipo. El afectado requiere ayuda sicológica para salir del problema y una crisis financiera puede ser el primer paso para reconocer la existencia de una adicción. Absoluta comprensión, sin reclamos o recriminaciones por la conducta hasta ahora ejecutada es necesaria, para evitar que el perjudicado sufra una recaiga al buscar satisfacción en el juego. Acto seguido, el cierre permanente de todas las cuentas de usuario en las casas de apuesta online será necesario. Para ello bastará contactar la plataforma de servicio que cada empresa dispone. El siguiente paso reside en la obtención de ayuda profesional, pues la ludopatía es reconocida como un trastorno psicológico. Existen diversas organizaciones tanto gubernamentales como independientes, que trabajan de cerca con pacientes que sufren este tipo de padecimientos. La asistencia suele ser gratuita, anónima y eficiente. En los enlaces contenidos en esta página, hemos incluido las principales agrupaciones contra la adicción al juego que ofrecen auxilio a usuarios españoles.
Medidas preventivas
Evitar el desarrollo de una adicción es más sencillo de lo que pudiera parecer. Para ello basta establecer desde el primer día de uso de las plataformas o de los locales físicos, que se trata de una actividad recreativa y no representa por ningún motivo una posible fuente de ingresos. Otras medidas posibles es el fijar un límite máximo de juego, mismo que una vez alcanzado, bajo ninguna circunstancia deberá ser ignorado. Todos los portales en línea ofrecen esta herramienta, y bloquean el uso del sistema una vez alcanzada la suma máxima. También es importante utilizar sólo el dinero que efectivamente se está dispuesto a perder. Para ello, habrá que preguntarse en un inicio ¿puedo permitirme derrochar “X” cantidad? Si la respuesta es negativa, deberéis bajar vuestros límites. Respecto al comportamiento durante las apuestas, nunca hay que perder de vista que las actividades tienen como principal objetivo el entretenimiento y no la generación de capital. Por ello, nunca utilicéis dinero prestado con el objetivo de generar ganancias, o intentéis recuperar pérdidas con futuras apuestas ganadoras. Evitad utilizar este tipo de servicios bajo el flujo del alcohol u otras drogas que afecten vuestra claridad mental y maximicen efectos negativos.
Auto-prueba: ¿tengo un problema?
Como en la mayoría de adicciones, reconocer que se tiene una complicación es la parte más difícil y por ello, la más importante. Las diferentes organizaciones mencionadas en el recuadro superior no sólo ofrecen tratamiento de ayuda y recuperación anónima, sino también diferentes test que ayudan a diagnosticar la presencia o desarrollo de un posible problema. Sin necesidad de registro alguno, lo único que necesitáis es ser absolutamente honesto y exacto al momento de responder la serie de preguntas. Este tipo de pruebas pueden ser encontradas por ejemplo en la página de la Dirección General de Ordenación del Juego y por supuesto, no exige cuotas o pagos por la participación en ella.